Situación: primera noche en el continente europeo, después de 12 horas de un interminable vuelo transoceánico y unas cuantas horas más en la ruta. Primer acercamiento familiar a la vertiginosa y deslumbrante ciudad de Barcelona. Teníamos la ventaja de tener el hospedaje en pleno centro de la ciudad, así que había literalmente cientos de opciones. El problema es que la mayoría de los lugares para comer (como sucede en mayor parte de Europa) cierran mucho más temprano de lo que estamos acostumbrados. Por suerte a la vuelta del departamento teníamos un clásico de la ciudad (obvio que nosotros no lo sabíamos): el Picadero.
Desde afuera tiene el típico aspecto de esos pequeños comedores que abundan en toda la ciudad, sobre todo en las callejuelas: angosto y largo, con vitrinas donde se exponen bocados y tapas, pero si sigues caminando el local se agranda hacia el fondo dando lugar a un bar estilo bodegón. Mesas rústicas de caño, arcadas de ladrillo, y expuesta con gran orgullo por el mesero que nos atendió, un cuadro con una camiseta del Barcelona firmada por el mismísimo Messi luego de haber comido allí.
Al ser un grupo grande pedimos varias opciones distintas: bife a caballo con ensalada, filetes de cerdo con ensalada, mini hamburguesas con acompañamiento de tres salsas distintas, pastas caseras, y pizzas, de las que hay que tener en cuenta que al igual que en toda Europa son individuales (tamaño plato), salvo que el menú exprese lo contrario. Nosotros bebimos una cerveza "Estrella Damm" que resultó ser muy sabrosa, especialmente teniendo en cuenta que es una marca industrial".
Información:
Dirección: Ronda de Sant Pere, 7, 08010, Barcelona, España
Teléfono: +34 933 18 37 42
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